Con este lema "Tu in ea et ego pro ea", o lo que es lo mismo: Tu en ella y yo por ella (Dios en la patria y yo por la patria), se corona el escudo heráldico actual del Ducado de Alba.
En el año 1429, el rey Juan II, padre de la reina Isabel la Católica, otorgó al obispo de Palencia originario de Toledo, Gutierre Álvarez de Toledo el señorío de Alba de Tormes. Heredó el señorío su sobrino Fernando, IV señor de Valdecorneja, a quien el propio rey Juan II nombró en 1438 conde de Alba de Tormes.A la muerte de Fernando le sucede su hijo García como II conde de Alba. En 1472 el rey Enrique IV de Castilla elevó el condado a ducado.
El segundo conde de Alba fue García Álvarez de Toledo, I Duque de Alba desde 1472 y aparece representado en esta tabla hispano-flamenca de finales del siglo XV, titulada "La Anunciación con el primer duque de Alba".
Detalle con una vista del castillo-palacio de Alba de Tormes |
En 1520 el rey Carlos I de España incluyó a los duques de Alba de Tormes entre los veinticinco primeros Grandes de España. En aquel momento el duque era Fadrique. Le sucede en 1531 su nieto Fernando, ya que su hijo García murió antes de poder ostentar el título de Duque. Fernando, III Duque de Alba será el Gran Duque.
III Duque de Alba, Fernando Álvarez de Toledo en un medallón de la Plaza Mayor de Salamanca |
La vinculación de la Casa de Alba con el lugar de origen del Ducado ha variado a lo largo de la historia. A comienzos del siglo XIX, cuando el castillo sufrió los desastres de la guerra, el duque era Carlos Miguel Fitz-James Stuart y Silva, XIV Duque de Alba, primero de la casa Fitz-James Stuart, tatarabuelo de Cayetana de Alba, XIX Duquesa de Alba.
Grabado del castillo-palacio de los Duques de Alba tras la guerra contra los franceses (1809-1812) |
Vista de Alba y las ruinas de su castillo (siglo XIX) |
Cayetana de Alba y Jesús Aguirre junto al sepulcro de Santa Teresa en 1982 |