domingo, 23 de noviembre de 2014

Tv in ea et ego pro ea




Con este lema "Tu in ea et ego pro ea", o lo que es lo mismo: Tu en ella y yo por ella (Dios en la patria y yo por la patria), se corona el escudo heráldico actual del Ducado de Alba. 
En el año 1429, el rey Juan II, padre de la reina Isabel la Católica, otorgó al obispo de Palencia originario de Toledo, Gutierre Álvarez de Toledo el señorío de Alba de Tormes. Heredó el señorío su sobrino Fernando, IV señor de Valdecorneja, a quien el propio rey Juan II nombró en 1438 conde de Alba de Tormes.
A la muerte de Fernando le sucede su hijo García como II conde de Alba. En 1472 el rey Enrique IV de Castilla elevó el condado a ducado.

 El segundo conde de Alba fue García Álvarez de Toledo, I Duque de Alba desde 1472 y aparece representado en esta tabla hispano-flamenca de finales del siglo XV, titulada "La Anunciación con el primer duque de Alba".

  Detalle con una vista del castillo-palacio de Alba de Tormes
 Posteriormente los Reyes Católicos otorgaron la capitanía general de sus ejércitos al II duque de Alba, Fadrique.

En 1520 el rey Carlos I de España incluyó a los duques de Alba de Tormes entre los veinticinco primeros Grandes de España. En aquel momento el duque era Fadrique. Le sucede en 1531 su nieto Fernando, ya que su hijo García murió antes de poder ostentar el título de Duque. Fernando, III Duque de Alba será el Gran Duque.

III Duque de Alba, Fernando Álvarez de Toledo en un medallón de la Plaza Mayor de Salamanca
Mayordomo mayor de Carlos V y Felipe II, fue miembro de sus Consejos de Estado y Guerra, gobernador del ducado de Milán, virrey de Nápoles, gobernador de los Países Bajos, virrey y condestable del reino de Portugal.

La vinculación de la Casa de Alba con el lugar de origen del Ducado ha variado a lo largo de la historia. A comienzos del siglo XIX, cuando el castillo sufrió los desastres de la guerra, el duque era Carlos Miguel Fitz-James Stuart y Silva, XIV Duque de Alba,  primero de la casa Fitz-James Stuart, tatarabuelo de Cayetana de Alba, XIX Duquesa de Alba.

Grabado del castillo-palacio de los Duques de Alba tras la guerra contra los franceses (1809-1812)




Vista de Alba y las ruinas de su castillo (siglo XIX)

Cayetana de Alba y Jesús Aguirre junto al sepulcro de Santa Teresa en 1982


martes, 11 de noviembre de 2014

Santa Teresa sigue dejando huella en Roma

Los representes de las Ciudades Teresianas Hermanadas han acudido a Roma para promocionar la Ruta "Huellas de Teresa de Jesús". El encuentro ha previsto también una audiencia con el papa Francisco el miércoles 12 de noviembre.  


Este imagen recoge el Éxtasis de Santa Teresa, un grupo escultórico en mármol, obra del autor Gian Lorenzo Bernini, de estilo barroco. Representa la Transverberación de Santa Teresa. Fue realizada entre 1647 y 1651, por encargo del cardenal Cornaro, para ser colocada donde iría su tumba, en la iglesia de Santa María de la Victoria, en Roma, donde actualmente se encuentra, en la llamada Capilla Cornaro. Está considerada una de las obras maestras de la escultura del alto barroco romano. Retrata la imagen de santa Teresa de Jesús durante el don místico de la transverberación que ella misma describe en su Libro de la Vida.

martes, 4 de noviembre de 2014

Sede para la gran exposición del Centenario


Según puede leerse en la web elconfidencial.com la Basílica de Santa Teresa será en 2015 la sede albense para la exposición de la Fundación Las Edades del Hombre. La elección de la Basílica para acoger las Edades posibilitará que puedan permanecer abiertos y con su uso habitual otros templos albenses como la iglesia mudejar de san Juan -cuya oportuna restauración embellecerá aún más las obras artísticas que contiene-. Además, abrir a propios y visitantes la Basílica permitirá que se conozcan los trabajos que culminaron hace cinco años y que aún están por descubrir y salir a la luz pública.


Aguardemos los detalles acerca de esta exposición con sede también en Ávila. Alegrémonos por tan buenas noticias que tienen a nuestra villa como escenario privilegiado del Centenario del nacimiento de la Santa. Confiemos en que se sigan sucediendo, no sin el esfuerzo de muchos, las iniciativas, proyectos y eventos que no sean flor de un día, sino que todo esto genere unidad, nuevos dinamismos, identidad y que el legado del Centenario nos enriquezca más en lo espiritual que en otros órdenes...


Es un orgullo el que haya tantos voluntarios que colaboren en eventos deportivos, culturales o en los religiosos, y que se esté consolidando la asosiación de hostelería. También es motivo común de alegría que la joya del nuevo museo teresiano esté atrayendo a tantos visitantes que se van sorprendidos ante lo que descubren en Alba. Todo esto, ya son frutos del mucho esfuerzo que se ha puesto, anticipo de lo que está por venir. Con el apoyo de todos la realidad podrá superar las muchas ilusiones de muchos.