Desde el pasado mes de septiembre se llevan a cabo las obras de restauración de la muralla medieval del Espolón. Se trata de un proyecto de gran complijidad y coste económico. Sin embargo, creo que merece mucho la pena hacer una rehabilitación porque se trata de un patrimonio de todos que corría peligro de sufrir daños irreparables. Además, su puesta a punto, como ha ocurrido con otros espacios de Alba, vendrá a enriquecer la oferta recreativa, cultural, turistica y natural que es una de nuestras mejores señas de identidad. Seguirá siendo, de forma segura y accesible, un lugar de paso obligado para todo el que quiera disfrutar de una de las panorámicas más sorprendentes de la ribera verde y deleitosa del sacro Tormes, que escribiera Garcilaso.
Que siga así la recuperación del patrimonio en Alba de Tormes, ojalá un día podamos dar la noticia de que el Pozo de la nieve o el Torreón de la Puerta del Río, también se están recuperando para el disfrute de todos.